El último fin de semana de julio se celebró en Benasque una
prueba de montaña brutal y espectacular entre todas las que conozco desde que
empecé a correr distancias de más de 100km por montaña: el Gran Trail Aneto
Posets. Con 114km y 6.650m de desnivel positivo acumulado, en principio no
parecía descabellado afrontar el recorrido completo viniendo este año de haber
completado el GR10-Xtrem y el CSP Penyagolosa, esta última con 118km y 5.439m
de desnivel positivo acumulado, además de otras tantas ultra trails en años
anteriores por Javalambre.
Pues no. No es lo mismo. No es lo mismo Pirineos que la
Sierra Espadán. No es lo mismo Salenques que Javalambre. No es lo mismo
Vallibierna que Penyagolosa. A la propia dificultad del terreno, muy agreste,
atravesando grandes caos de rocas, neveros o collados expuestos a vientos muy
fuertes, hay que añadir un hecho inevitable: la altura. El recorrido parte de
Benasque, a una cota bastante alta ya, 1.100m, para inmediatamente subir a
2.700m en Vallibierna, a 2.800 en Salenques y a 2.900 en la Forqueta.
Después de 19 horas de recorrido llegaba con el control ya cerrado
a Benasque, siendo entonces imposible continuar la prueba. Si bien, de la manera en que me encontraba en esos
momentos, tampoco hubiera sido capaz de continuar. Quedaba así finalizada mi
participación, habiendo completado realmente el recorrido correspondiente a la
Vuelta al Aneto, primera mitad del Gran Trail, pero duro y exigente como
ninguna de las carreras en las que hasta ahora había participado.
¿Qué factores han limitado el rendimiento en esta prueba?
Dando por entendido que esto se hace únicamente como disfrute en el tiempo
libre, sin embargo, me resulta necesario buscar alguna explicación al
resultado. Durante la travesía, la percepción que se tiene es la de una
disminución constante del rendimiento, de una incapacidad de mantener un nivel suficiente
de esfuerzo en el tiempo. No es una pérdida de la fuerza, sino de la
resistencia.
En mi caso creo que parto de una preparación adecuada, con
un volumen semanal de kilometraje suficiente (80 km a la semana desde
principios de año), incluyendo recorridos largos por montaña de alrededor de
40km. Por circunstancias tuve que bajar considerablemente el ritmo de
entrenamientos durante las últimas tres semanas, llegando a parar completamente
en los días anteriores a la prueba. Pero incluso esto es preferible ante el
riesgo tan frecuente de sobre-entrenamiento y los problemas musculares que ello
implica.
También estoy satisfecho de la elección del material y
equipamiento en carrera, muy adecuado al terreno y a la temperatura, y me ha
hecho sentirme muy cómodo. Respecto de la comida sí que hay margen de mejora,
sobre todo en cierto tipo de barritas bastante indigeribles. Pero así y todo,
la combinación de sales, geles y barritas ha sido aceptable.
Realmente, y sin desdeñar otras causas físicas o
fisiológicas, el principal factor que ha influido decisivamente en el bajo
rendimiento ha sido la falta de aclimatación. En el resumen horario desde la
salida de Valencia se puede ver con claridad:
- Salimos a las 11h y llegamos a Benasque a las 17h: en 6h pasamos del nivel del mar a 1.100m de altura.
- Permanecemos el resto de la tarde en Benasque hasta las 24h cuando se da la salida.
- El perfil del recorrido nos lleva a subir en dos horas hasta el puente de Coronas, ya cerca de los 2.000m, y en dos horas más al collado de Vallibierna, a unos 2.700m.
- En una hora más llegamos a Llauset, a 2.200m de altura, para continuar por el collado de Anglios a 2.400m y descender al rio Salenques en tres horas, a 1.600m.
- A partir de ahí continúo por el valle de Salenques alcanzando el collado en cuatro horas, a 2.800m.
- El descenso por Barrancs hasta la Renclusa a 2.100m me lleva dos horas y media. Una hora más hasta la Besurta, a 1.900m y de ahí a Benasque, ya muy despacio, tres horas y media más.
En el gráfico se muestra el perfil de la prueba en función
del tiempo empleado en cada etapa superpuesto al porcentaje de O2 según la
altitud.
La
fracción de O2 en el combinado de gases que forman la atmósfera es
constante pero con la disminución de la presión atmosférica con la altitud, su
cantidad absoluta por unidad de volumen disminuye exponencialmente. El
rendimiento del organismo viene dado directamente por el metabolismo
energético, uno de cuyos componentes limitantes es el O2. Por tanto,
la altitud influye drásticamente en el rendimiento deportivo.
El
habituamiento del organismo a la altitud pasa por dos fases: la acomodación y
la aclimatación. La primera es la respuesta inmediata a la disminución de
oxígeno: hiperventilación y taquicardia, cuya función es intentar mantener en
lo posible el aporte necesario de O2 a los órganos más críticos. El
estrés que esto produce en las funciones respiratoria y cardiaca no debería
prolongarse por la propia salud del organismo, por lo que simultáneamente
empezará a inducirse la producción de globulos rojos, dando lugar a la fase de
aclimatación.
Parece
ser que hasta pasadas 48 horas ni siquiera podría apreciarse ninguna mejora
producida por la producción de globulos rojos en la fase de aclimatación, por
lo cual, y en ese periodo, todo esfuerzo que requiera mayor aporte de O2
tendrá que ser abordado mediante la acomodación, es decir, mediante
hiperventilación y taquicardia. El organismo sometido a esta situación
disminuye al mínimo el resto de funciones no indispensables, como, por ejemplo,
la digestión y debe poner en marcha mecanismos para compensar la alcalosis
producida por la excesiva eliminación de CO2. El organismo no puede mantener
esta actividad sin que se causen daños internos, por lo que se activan inhibidores.
Entonces los procesos metabólicos no reciben el suficiente O2 y el
rendimiento físico disminuye drásticamente.
Todos
estos procesos los fui experimentando durante el transcurso del recorrido. Si
bien inicialmente, en los tramos comprendidos entre los 1.000 y 2.000 metros no
notaba efectos significativos ya que la disminución de O2 en esas
cotas era solo de un 10% y el esfuerzo
físico estaba siendo dosificado en previsión de un largo recorrido, a partir de
los 2.000 metros, a la mayor disminución del porcentaje de O2 se
unió el incremento de dificultad del terreno, tanto por la caótica orografía como por las fuertes pendientes, provocando
la respuesta antes descrita: hiperventilación, taquicardía, necesidad de
detener todo esfuerzo y descansar hasta bajar los ritmos, así como dificultad
de digerir alimentos.
Los
puntos más criticos coincidían evidentemente con los últimos tramos para
alcanzar los collados de Vallibierna y Salenques, zonas de máxima pendiente y
mayor dificultad por tanto. En los dos collados los descensos fueron muy
cómodos por las bajas exigencias energéticas que requieren. Sin embargo, la
dificultad en la asimilación de alimentos en las situaciones descritas
anteriormente tendría un efecto acumulativo descargando los depósitos calóricos
del organismo y provocando un agotamiento generalizado, incluso ya en zonas de
baja altitud. De esta forma, cuando mayor sería la disponibilidad de O2
y, por tanto, mejores condiciones encontraría para recuperarme, el factor
limitante empezaría a ser la baja energía almacenada impidiendo la respuesta
adecuada en las últimas partes del recorrido hasta Benasque, formado por sendas
con pequeños desniveles y nula dificultad.
El
resultado son diecinueve horas repartidas en las siguientes etapas:
DESCRIPCIÓN
|
ALTITUD
|
HORARIO
|
Benasque
|
1.000
|
0:00
|
Plan de Senarta
|
||
Refugio Pescadores
|
2.000
|
1:58
|
Collada de Vallibierna
|
2.700
|
3:53
|
Llauset (Avituallamiento)
|
2.200
|
5:25
|
Rio Salenques
|
1.600
|
7:59
|
Collado de Salenques
|
2.800
|
11:48
|
Aigualluts
|
||
Refugio de la Renclusa
|
2.100
|
14:30
|
La Besurta (Avituallamiento)
|
1.900
|
|
Baños de Benasque
|
16:46
|
|
Benasque (Avituallamiento)
|
1.100
|
19:00
|
Diecinueve
horas para un recorrido inicialmente previsto en catorce según el plan de carrera
que había preparado para poder continuar luego con la vuelta al Posets.
Recorrido que hasta el rio Salenques tenía marcado en cinco horas y media (en
lugar de ocho como ha sido el caso), según el resultado que obtuve en 2008
haciendo la ruta por mi cuenta, y saliendo desde Cerler (ver http://salycorre.blogspot.com.es/2009/03/entrenamiento-ultra-trail-aneto-2008.html).
Y como confirmación de todo lo explicado antes, en aquella ocasión tuve tiempo
de pasar una semana entera a 1.500m de altura antes de hacer la ruta, teniendo
como resultado una buena aclimatación.
Puestos parciales en la
clasificación
Pescadores: 153
Vallibierna: 174
Llauset: 173
Rio Salenques: 180
Collado Salenques: 174
Renclusa: 153
Baños: 135
Benasque: 139
Charla técnica
Momentos previos a la salida
Cruzando un vado camino de Senarta
Luces en la oscuridad
Atravesando los neveros
Subiendo al collado de Vallibierna
Bajando de Anglios
Bosque y rio por el valle de Salenques
Valle de Salenques
Palas de nieve subiendo al collado
Collado de Salenques desde Barrancs
Ibón de Barrancs
Bajando de la Renclusa
2 comentarios:
Menuda entrada más documentada. Por lo que he leído, el tiempo tampoco ayudó en la progresión. Ya nos vemos en javalambre y cambiamos impresiones.
Je, je, a veces me rayo un poco... Nos vemos en Javalambre.
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