sábado, 11 de mayo de 2013

REGRESO AL PENYAGOLOSA



Cuatro años después de la épica llegada a meta en la MiM de 2009 voy a intentar repetir la experiencia añadiendo unos kilómetros de más. Es la CSP115 en su segunda edición, este año con 118km es, además, Campeonato de España de Ultra Trails.

La Marató i Mitja fue la primera carrera de montaña que hice. Fue en 2006, apenas tres años desde que había empezado a correr. La aventura que viví en aquella ocasión es difícil que la vuelva a sentir. Empezaba a descubrir un mundo apasionante de competición y desafío. Desde luego que con mis modestas marcas tanto la competición como el desafío eran contra mí mismo, pero no importaba y sigue sin importar.

Este año no quise dejar escapar esta carrera y me apunté al poco de abrir el plazo. De este modo, el 11 de mayo a las 3.45 de la madrugada sonaba el despertador y a las 4.30 salía de casa para llegar a tiempo al lugar de salida de la carrera, en la Universistat Jaume I de Castellón. Dejamos las bolsas de cambio de ropa de Culla y de meta, pasamos el control de material y nos dirigimos a los cajones de salida.

Salimos a la par Ramón y yo y vamos trotando con tranquilidad dando tiempo a que se activen los músculos.  Somos alrededor de 2.000 corredores, y el ambiente es magnífico. Después de unos primeros tramos de asfalto nos dirigimos a la senda de la cantera, donde la organización ha bifurcado el recorrido para evitar los grandes tapones de otros años. Así y todo, tenemos unos minutos de parada hasta que la carrera arranca de nuevo. 

La MiM y la CSP coinciden en el recorrido hasta Les Useres, en el km 34. Mantenemos un ritmo muy tranquilo pensando en dosificar para la totalidad del recorrido. Pasamos el control de La Pedra y el de la Bassa de les Oronetes para alcanzar Les Useres. Sin embargo veo que Ramón tiene problemas para mantener el ritmo a pesar de que lo hemos reducido bastante. Arrastra un resfriado que le perjudica en su rendimiento. La subida a Les Useres termina por agotarle y decide abandonar y pasarse a la MiM. No trato de convencerle de lo contrario porque quedan 84 kilómetros, realmente esto casi ni ha empezado.

Bien, pues afronto a partir de ahora la carrera en solitario y con muy buenas sensaciones. Según veo días después en las clasificaciones había entrado en Les Useres en el 251 de un total de 330 corredores.  Sin embargo, en la carrera no soy consciente de la posición. Sé que hemos llevado un ritmo demas

iado lento pero entre la gran cantidad de corredores que se mezclan de la MiM es muy difícil hacerse una idea. La ruta prosigue hasta el siguiente control, San Miquel de Torrecelles, donde, además de alimentos variados, hay incluso servicio de masajes. Me detengo lo justo para rellenar los bidones y salgo de nuevo al camino. En este punto se separan las dos carreras y los de la CSP quedamos prácticamente solos.

Quedan muchos kilómetros por delante: Adzeneta, Benafigos, Culla, Vistabella, Xodos y Sant Joan, así que me concentro en marcarme objetivos parciales por cada control. De momento se trata de alcanzar Adzeneta con el mínimo desgaste. Es en su mayor parte una pista amplia y fácil, tan solo interrumpida por el cruce de un barranco. La pista vuelve en las cercanías de Adzeneta y al poco de callejear llego al control de avituallamiento. Cargo agua y sigo camino por largos tramos de pista suaves y rectilíneos. De vez en cuando alcanzo algún corredor y le adelanto, pero sigo sin preocuparme de la posición en carrera.

El siguiente control es el de Benafigos después de una larguísima etapa de más de dos horas y media. Llegando al control adelanto a uno de los corredores Tarahumaras que en este momento va caminando. Sin embargo, luego tan solo llegará una hora detrás de mí, a pesar de las condiciones de carrera tan diferentes a las que están habituados.

En este control comienza una ligera llovizna sin suponer ningún contratiempo. Las verdaderas dificultades empiezan ahora, con el barranco de Culla delante de nosotros. Repongo fuerzas y sin apenas detenerme más de un minuto continúo el camino hacia el barranco por donde discurre el rio Monlleó. La bajada es espectacular con las paredes verticales del barranco frente a mí. Es muy larga y las piernas se resienten, para luego tener que afrontar el ascenso por una zigzagueante senda por las empinadas laderas. Finalmente el ascenso se va suavizando y puedo ver al fondo la población de Culla.

El recibimiento es fantástico. Oigo aplausos y me pregunto qué ocurre, pero con cada corredor que llega al control es lo mismo. Está todo el pueblo volcado en la carrera. Aquí está la bolsa de ropa de recambio pero yo ni la abro. Me tomo el plato de macarrones con tomate, hago unos estiramientos y después del control aleatorio de material retomo el camino hacía Vistabella. En medio de la siguiente etapa queda la Ermita de Sant Bertomeu de Boi, donde podemos reponer líquidos. Vistabella también se ha volcado en la carrera y la atención es magnífica. Pero aún queda mucho por recorrer y no conviene detenerse mucho tiempo. El próximo objetivo es Xodos, ya oliendo el Penyagolosa.

De Xodos ya salimos con algo de frio pero con el ejercicio recuperamos el calor rápidamente. Ya oscurece y tengo que encender la frontal. El camino ahora se vuelve muy difícil con muchas irregularidades que impiden mantener un ritmo de avance constante. Estoy ya bordeando la cara sur del Penyagolosa, tan solo un control más donde reponer líquidos de nuevo y a por la meta. Sin embargo esta última etapa se convierte en la más dura de todas. Por supuesto, el cansancio acumulado influye, pero la senda es bastante complicada, un constante rompe piernas a lo que hay que añadir que empieza a acumularse bastante barro por las lluvias y la nieve acumuladas los días anteriores. Por fin dejo la senda y encaro la pista de subida al último collado antes de la bajada por el barranc de la Pegunta. A partir de aquí debería ser terreno conocido puesto que vuelve a coincidir con la MiM, sin embargo la senda está muy resbaladiza por el barro y complica el avance enormemente. Por fin se aprecian al fondo las carpas de meta. Dando tropezones y a punto de rodar por el suelo por la dificultad de apreciar bien el relieve tan solo con la luz de la frontal, voy superando los últimos cientos de metros hasta dar el último giro, el último salto y encarar la línea de meta.

Estoy encantado con mis 20h36min. La verdad, llevaba más de dos horas sin ver el reloj. Finalmente, mi puesto es el 154, casi 100 puestos ganados respecto de Les Useres. En mi categoría de Veteranos Masculino llego el 25 de un total de 74 llegados a meta. 

El autobús espera, apenas tiempo para la imprescindible ducha donde quitarnos de cuajo gran parte del cansancio junto con la suciedad y un buen plato de caldo para reponer algo los agotados depósitos del cuerpo. Llegamos de regreso a Castellón y, después de dejar a un compañero de carrera en su hotel, cojo la autopista, ya amaneciendo, hacia casa.

No hay comentarios: