Números de la Travessa
430 inscritos, 413 en la salida y 158 llegados a meta, total, 255 abandonos, más del 60% de los que toman la salida.
Tiempo del ganador: 14h33’
Mi tiempo: 17h41’
Posición: 13
Las sensaciones que tuve durante estas casi 18 horas pasaron por varias fases. En primer lugar, ganas de luchar contra la tormenta de granizo. Una vez superada ésta las fuerzas seguían al máximo nivel, pero entonces entramos en un terreno cada vez más complicado. Anochecía y los kilómetros no pasaban. Ahora las dudas me venían a la mente: ¿podré acabar? En los controles nos informaban: “sólo lleváis quince delante”, y yo pensaba, ¿cuándo me llegará el hachazo? La noche crecía, la luna iba completando su ciclo, pero el hachazo no llegaba y aunque parecían eternos, los kilómetros efectivamente iban pasando. Así llegué a desconectar toda inhibición en la mente y poniendo en funcionamiento las últimas reservas no fijé otro objetivo que no fuera acabarla. Ya no tenía dudas. La iba a terminar. Amaneció, y la luz devolvió fuerzas a nuestras piernas que ya alcanzaban el penúltimo control. Finalmente, recorrer los últimos diez kilómetros fue un paseo, un duro paseo en el que la meta nos atraía como un imán. La alegría del último kilómetro fue la última sensación de la carrera, una alegría intensa, producto de horas de lucha contra la debilidad, las dudas y la oscuridad.
Pero en la crónica se entenderá mejor todo esto…
Pronto estará…
430 inscritos, 413 en la salida y 158 llegados a meta, total, 255 abandonos, más del 60% de los que toman la salida.
Tiempo del ganador: 14h33’
Mi tiempo: 17h41’
Posición: 13
Las sensaciones que tuve durante estas casi 18 horas pasaron por varias fases. En primer lugar, ganas de luchar contra la tormenta de granizo. Una vez superada ésta las fuerzas seguían al máximo nivel, pero entonces entramos en un terreno cada vez más complicado. Anochecía y los kilómetros no pasaban. Ahora las dudas me venían a la mente: ¿podré acabar? En los controles nos informaban: “sólo lleváis quince delante”, y yo pensaba, ¿cuándo me llegará el hachazo? La noche crecía, la luna iba completando su ciclo, pero el hachazo no llegaba y aunque parecían eternos, los kilómetros efectivamente iban pasando. Así llegué a desconectar toda inhibición en la mente y poniendo en funcionamiento las últimas reservas no fijé otro objetivo que no fuera acabarla. Ya no tenía dudas. La iba a terminar. Amaneció, y la luz devolvió fuerzas a nuestras piernas que ya alcanzaban el penúltimo control. Finalmente, recorrer los últimos diez kilómetros fue un paseo, un duro paseo en el que la meta nos atraía como un imán. La alegría del último kilómetro fue la última sensación de la carrera, una alegría intensa, producto de horas de lucha contra la debilidad, las dudas y la oscuridad.
Pero en la crónica se entenderá mejor todo esto…
Pronto estará…
3 comentarios:
Eres un máquina!! ya te queda menos para la UTMB!!!
"Peazo" carrerón Dani!!! Enhorabuena, de verdad. Espero la crónica.
Ah, y ya tienes esos puntos para el UTMB.
Gracias Pablo y Fernando, ¡aun me queda para la UTMB! pero todo llegará...
Ánimo con los entrenes Fer que la CCC está a la vuelta de la esquina.
Y tú Pablo lo mismo con el Aneto, ¡ya no queda nada!
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