miércoles, 31 de julio de 2013

VUELTA AL ANETO



El último fin de semana de julio se celebró en Benasque una prueba de montaña brutal y espectacular entre todas las que conozco desde que empecé a correr distancias de más de 100km por montaña: el Gran Trail Aneto Posets. Con 114km y 6.650m de desnivel positivo acumulado, en principio no parecía descabellado afrontar el recorrido completo viniendo este año de haber completado el GR10-Xtrem y el CSP Penyagolosa, esta última con 118km y 5.439m de desnivel positivo acumulado, además de otras tantas ultra trails en años anteriores por Javalambre.
 

Pues no. No es lo mismo. No es lo mismo Pirineos que la Sierra Espadán. No es lo mismo Salenques que Javalambre. No es lo mismo Vallibierna que Penyagolosa. A la propia dificultad del terreno, muy agreste, atravesando grandes caos de rocas, neveros o collados expuestos a vientos muy fuertes, hay que añadir un hecho inevitable: la altura. El recorrido parte de Benasque, a una cota bastante alta ya, 1.100m, para inmediatamente subir a 2.700m en Vallibierna, a 2.800 en Salenques y a 2.900 en la Forqueta.

Después de 19 horas de recorrido llegaba con el control ya cerrado a Benasque, siendo entonces imposible continuar la prueba. Si bien,  de la manera en que me encontraba en esos momentos, tampoco hubiera sido capaz de continuar. Quedaba así finalizada mi participación, habiendo completado realmente el recorrido correspondiente a la Vuelta al Aneto, primera mitad del Gran Trail, pero duro y exigente como ninguna de las carreras en las que hasta ahora había participado.

¿Qué factores han limitado el rendimiento en esta prueba? Dando por entendido que esto se hace únicamente como disfrute en el tiempo libre, sin embargo, me resulta necesario buscar alguna explicación al resultado. Durante la travesía, la percepción que se tiene es la de una disminución constante del rendimiento, de una incapacidad de mantener un nivel suficiente de esfuerzo en el tiempo. No es una pérdida de la fuerza, sino de la resistencia.

En mi caso creo que parto de una preparación adecuada, con un volumen semanal de kilometraje suficiente (80 km a la semana desde principios de año), incluyendo recorridos largos por montaña de alrededor de 40km. Por circunstancias tuve que bajar considerablemente el ritmo de entrenamientos durante las últimas tres semanas, llegando a parar completamente en los días anteriores a la prueba. Pero incluso esto es preferible ante el riesgo tan frecuente de sobre-entrenamiento y los problemas musculares que ello implica.

También estoy satisfecho de la elección del material y equipamiento en carrera, muy adecuado al terreno y a la temperatura, y me ha hecho sentirme muy cómodo. Respecto de la comida sí que hay margen de mejora, sobre todo en cierto tipo de barritas bastante indigeribles. Pero así y todo, la combinación de sales, geles y barritas ha sido aceptable.

Realmente, y sin desdeñar otras causas físicas o fisiológicas, el principal factor que ha influido decisivamente en el bajo rendimiento ha sido la falta de aclimatación. En el resumen horario desde la salida de Valencia se puede ver con claridad:


  • Salimos a las 11h y llegamos a Benasque a las 17h: en 6h pasamos del nivel del mar a 1.100m de altura.
  • Permanecemos el resto de la tarde en Benasque hasta las 24h cuando se da la salida.
  • El perfil del recorrido nos lleva a subir en dos horas hasta el puente de Coronas, ya cerca de los 2.000m, y en dos horas más  al collado de Vallibierna, a unos 2.700m.
  • En una hora más llegamos a Llauset, a 2.200m de altura, para continuar por el collado de Anglios a 2.400m y descender al rio Salenques en tres horas, a 1.600m.
  • A partir de ahí continúo por el valle de Salenques alcanzando el collado en cuatro horas, a 2.800m.
  • El descenso por Barrancs hasta la Renclusa a 2.100m me lleva dos horas y media. Una hora más hasta la Besurta, a 1.900m y de ahí a Benasque, ya muy despacio, tres horas y media más.


En el gráfico se muestra el perfil de la prueba en función del tiempo empleado en cada etapa superpuesto al porcentaje de O2 según la altitud.

La fracción de O2 en el combinado de gases que forman la atmósfera es constante pero con la disminución de la presión atmosférica con la altitud, su cantidad absoluta por unidad de volumen disminuye exponencialmente. El rendimiento del organismo viene dado directamente por el metabolismo energético, uno de cuyos componentes limitantes es el O2. Por tanto, la altitud influye drásticamente en el rendimiento deportivo.

El habituamiento del organismo a la altitud pasa por dos fases: la acomodación y la aclimatación. La primera es la respuesta inmediata a la disminución de oxígeno: hiperventilación y taquicardia, cuya función es intentar mantener en lo posible el aporte necesario de O2 a los órganos más críticos. El estrés que esto produce en las funciones respiratoria y cardiaca no debería prolongarse por la propia salud del organismo, por lo que simultáneamente empezará a inducirse la producción de globulos rojos, dando lugar a la fase de aclimatación.

Parece ser que hasta pasadas 48 horas ni siquiera podría apreciarse ninguna mejora producida por la producción de globulos rojos en la fase de aclimatación, por lo cual, y en ese periodo, todo esfuerzo que requiera mayor aporte de O2 tendrá que ser abordado mediante la acomodación, es decir, mediante hiperventilación y taquicardia. El organismo sometido a esta situación disminuye al mínimo el resto de funciones no indispensables, como, por ejemplo, la digestión y debe poner en marcha mecanismos para compensar la alcalosis producida por la excesiva eliminación de CO2. El organismo no puede mantener esta actividad sin que se causen daños internos, por lo que se activan inhibidores. Entonces los procesos metabólicos no reciben el suficiente O2 y el rendimiento físico disminuye drásticamente.

Todos estos procesos los fui experimentando durante el transcurso del recorrido. Si bien inicialmente, en los tramos comprendidos entre los 1.000 y 2.000 metros no notaba efectos significativos ya que la disminución de O2 en esas cotas era  solo de un 10% y el esfuerzo físico estaba siendo dosificado en previsión de un largo recorrido, a partir de los 2.000 metros, a la mayor disminución del porcentaje de O2 se unió el incremento de dificultad del terreno, tanto por la caótica orografía  como por las fuertes pendientes, provocando la respuesta antes descrita: hiperventilación, taquicardía, necesidad de detener todo esfuerzo y descansar hasta bajar los ritmos, así como dificultad de digerir alimentos.

Los puntos más criticos coincidían evidentemente con los últimos tramos para alcanzar los collados de Vallibierna y Salenques, zonas de máxima pendiente y mayor dificultad por tanto. En los dos collados los descensos fueron muy cómodos por las bajas exigencias energéticas que requieren. Sin embargo, la dificultad en la asimilación de alimentos en las situaciones descritas anteriormente tendría un efecto acumulativo descargando los depósitos calóricos del organismo y provocando un agotamiento generalizado, incluso ya en zonas de baja altitud. De esta forma, cuando mayor sería la disponibilidad de O2 y, por tanto, mejores condiciones encontraría para recuperarme, el factor limitante empezaría a ser la baja energía almacenada impidiendo la respuesta adecuada en las últimas partes del recorrido hasta Benasque, formado por sendas con pequeños desniveles y nula dificultad.

El resultado son diecinueve horas repartidas en las siguientes etapas:

DESCRIPCIÓN
ALTITUD
HORARIO
Benasque
1.000
0:00 
Plan de Senarta


Refugio Pescadores
2.000
1:58
Collada de Vallibierna
2.700
3:53
Llauset (Avituallamiento)
2.200
5:25
Rio Salenques
1.600
7:59
Collado de Salenques
2.800
11:48
Aigualluts


Refugio de la Renclusa
2.100
14:30
La Besurta (Avituallamiento)
1.900

Baños de Benasque

16:46 
Benasque (Avituallamiento)
1.100
19:00

Diecinueve horas para un recorrido inicialmente previsto en catorce según el plan de carrera que había preparado para poder continuar luego con la vuelta al Posets. Recorrido que hasta el rio Salenques tenía marcado en cinco horas y media (en lugar de ocho como ha sido el caso), según el resultado que obtuve en 2008 haciendo la ruta por mi cuenta, y saliendo desde Cerler (ver http://salycorre.blogspot.com.es/2009/03/entrenamiento-ultra-trail-aneto-2008.html). Y como confirmación de todo lo explicado antes, en aquella ocasión tuve tiempo de pasar una semana entera a 1.500m de altura antes de hacer la ruta, teniendo como resultado una buena aclimatación.

Puestos parciales en la clasificación 
Pescadores: 153
Vallibierna: 174
Llauset: 173
Rio Salenques: 180
Collado Salenques: 174
Renclusa: 153
Baños: 135
Benasque: 139


Charla técnica



Momentos previos a la salida



Cruzando un vado camino de Senarta


Luces en la oscuridad


Atravesando los neveros



Subiendo al collado de Vallibierna




Bajando de Anglios



Bosque y rio por el valle de Salenques




Valle de Salenques



Palas de nieve subiendo al collado



Collado de Salenques desde Barrancs



Ibón de Barrancs



Bajando de la Renclusa



sábado, 6 de julio de 2013

FUENTES DE LA CALDERONA

Después de tantos entrenamientos por la Sierra Calderona me rondaba por la cabeza una idea que poco a poco ha ido tomando forma. Una especie de reto, también. Los caminos en esta sierra forman una compleja malla recorriendo todos sus valles y  montañas. A pesar de los duros veranos, de las temperaturas tan altas que se alcanzan durante estos meses y de la ausencia de lluvias durante toda la estación, existen rincones insospechados donde puedes tomar las aguas más frescas y deliciosas que puedas imaginar. Brotan de las grietas de estos monte torturados por los incendios, erosionados por las tormentas y abrasados por el calor. ¿Es posible recorrer todas estas fuentes en una jornada?



Desde Barraix hasta Tristán hemos recorrido 16 fuentes: Font de Barraix, de l'Ombria, de Sant Antoni, del Marianet, de la Miseria, de la Prunera, del Llentiscle, del Poll, de Tristán, de la Gota, del Berro, de l'Abella, del Marge, de la Foia, Potrillos y de Deula. Sin embargo, no todas han sobrevivido. Unas veces porque solo quedan los azulejos con su nombre pero el polvo de la sequedad las ha invadido, como la de Sant Antoni. Otras veces porque con el verano iniciado su caudal se agota completamente, como la de Tristán. Otras porque quedan ocultas en un barranco inaccesible por la maleza acumulada, como la de la Foia. Y otras porque la presión de las construcciones han acabado ocultándolas en el fondo de un barranco, como la de Deula.

He preparado una ruta para recorrer las 16 fuentes con la mínima distancia, intentando no desandar el camino recorrido y sin que se convierta en la pesadilla de un GPS. En unos 45 km aproximadamente es posible salir de Serra hacia Barraix, el punto más oriental del recorrido, para regresar hacía Tristán, en el extremo occidental, pasando por todas estas fuentes y llegar finalmente al punto de partida en Serra.

La salida, pasadas las 7.30 de la mañana empieza por una senda muy fácil de ver: solo hay que seguir el cortafuegos de Serra hasta el castillo:


Por si no se aprecia bien, nos aproximaremos un poco:


Y por si queda alguna duda, nos acercamos más:


Pues bien, por esa especie de tortura vertical que he llamado senda, llegamos a las estancias de nuestros antecesores norteafricanos, que, dicho sea de paso, tienen su castillo un poco abandonado:


Pero esto no ha hecho más que empezar, así que sin mirar atrás nada más que para hacer esta foto del castillo de Serra de nuevo, seguimos camino...


Hasta lo que podría ser una perfecta simbiosis entre progreso y bosque (claro, si quieres cobertura en el móvil, pues eso):


Después de un cómodo descenso llegamos a la primera fuente de nuestra ruta: la Font de Barraix:


Que parece ser que es bastante querida por los lugareños, si he contado bien el número de garrafas con el que se está surtiendo el paisano:



La siguiente etapa, toda de bajada y por la senda GR10, nos conduce a la Font de l'Ombria:


Pero es pronto y con el agua de Barraix tenemos bastante, así que seguimos camino hacia la Font de Sant Antoni:


En completo desuso, sin agua ni nada que se le parezca, ¿seguro que es? Nos acercamos y eso parece:


En fin, parece que nuestro amigo Marianet cuida mejor de sus cosas y nos ofrece este magnifico espectáculo, La Font del Marianet:


Que en pleno verano seguirá fluyendo, resistiendo a la aridez en su precioso oasis:


Sin embargo, hay todavía un ejemplo más extremo de pundonor y resistencia, es la Font de la Miseria, que a duras penas sobrevive entre la maleza al borde de un polvoriento camino:


Esta es toda el agua que se consigue remansar, pero sigue fluyendo, se puede escuchar su voz cantarina que mantiene viva la esperanza:


Los caminos dejan paso a las sendas y el bosque se apodera. Con gran alivio, la Font de la Prunera nos permite recuperar fuerzas y disfrutar de su fresca y deliciosa agua.


Y llegamos a la Font del Llentiscle. Y no somos los únicos porque los ciclistas están de marcha desde primera hora y la fuente se convierte en una fiesta. Charlamos un rato con los esforzados de la ruta y seguimos camino. Por cierto, ¡uy, se me olvidó tomar la foto! Bueno, no pasa nada, con tanta gente no se habría visto la fuente, pero para quien sienta curiosidad, en el camino de la foto, al fondo a la derecha podrá echar un buen trago:


Dejamos el coll de Rebalsadors y por fin nuestra querida Font del Poll. Y no precisamente por la calidad de sus aguas minerales. Porque otra cosa no, pero minerales tiene un rato. El sabor a tierra la hace inconfundible. Si bien es cierto que es uno de los lugares que con más cariño hemos alcanzado, en un duro día de entrenamientos como hoy. Es, además, parada obligatoria de los ciclistas, y siempre se puede charlar un rato con ellos.


El camino sube al coll de Peñas Altas para bordear Montemayor y llegar a Tristán. Triste fuente, rodeada de una hermosa pinada, siempre con buena brisa y al lado de un caserón abandonado.


Y sin una gota de agua. Sin embargo, muy aconsejable para hacer una parada gastronómica. Tan solo hay que llevar en la mochila un buen vino, pan, jamón y queso (además de agua, claro). Hay un montón de mesas entre la pinada perfectas para comer, descansar e incluso dormir una buena siesta.


Y de Tristán, por el barranco de la Villuela, hacia la Font de la Gota. La fuente a la izquierda, y a la derecha la mitad de Ramón, aunque puedo asegurar que ha regresado entero.


El agua es fresquísima, y junto con la del Llentiscle, posiblemente, las dos mejores fuentes.


De la Font de la Gota no queda más remedio que retroceder unos trescientos metros para subir a la Font del Berro. Aquí un cartel aconseja no beber. Ni en el abrevadero, por supuesto:



Ni en la fuente:


Somos obedientes y como estamos frescos todavía por el descanso en la fuente anterior, apenas paramos un momento y seguimos camino. Las vistas nos ofrecen panoramas singulares, de los que apenas puedo recoger algunas muestras:


 Seguimos una senda que nos conduce a un antiguo corral de ganado, el corral de la Rosa:


 Para alcanzar por fin la Font de l'Abella, vieja conocida nuestra por los carteles indicadores. Su nombre no deja lugar a dudas y es de lo más apropiado. Hay que abrirse literalmente paso entre las abejas para echar un trago.


El siguiente esfuerzo nos conduce a la Font del Marge, rodeada de eucaliptus:



 Empezamos a estar verdaderamente agotados. El sol es implacable desde hace varias horas y el calor no da tregua.


La siguiente etapa nos acerca a La Pobleta, misterioso lugar rodeado de historia y de una frondosa pinada curiosamente respectada por los innumerables incendios de las últimas décadas. Aquí estuvo Azaña.
 


Si bien el camino nos depara a continuación otro majestuoso espectáculo: la Cartuja de Portacoeli.



Buscando la Font de la Foia acabamos dando con la parte trasera del convento, donde aparece un hermoso estanque, en realidad una presa, el pantanet de la Cartuja:


Y una gran balsa de riego para abastecimiento de los cartujos:



Nos despedimos de la Cartuja, todavía asombrados de la gran construcción y sus campos, cuidados con exquisito esmero.


Tras ascender por una senda entre la pinada llegamos a la Font de Potrillos:


Que será el último lugar donde podamos refrescarnos,


ya que de la Font de Deula no vemos ni rastro.

Por el Barranc de Deula alcanzamos finalmente Serra donde, entre el delicioso olor de las paellas a leña recién hechas, llegamos al punto de partida y damos por finalizada la ruta.

Acceso al track:
http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=4796503